miércoles, 16 de enero de 2013

Callebaut y Alamino.



Ya decía yo, que ideas poquitas. ¡Las mías!

Callebaut
Son muy pocas las noticias históricas de que disponemos sobre este apellido, que para nosotros es belga.

De cualquier manera, según la hipótesis de esta familia el sobrenombre es catalán, y procede de Calbot, que en este idioma significa coscorrón o capón.

Ateniéndonos a la misma tesis un militar de este apellido pasó a los Países Bajos donde se transformó la alcuña en la forma que nos ocupa, de parecida pronunciación a la forma catalana.

Nada de la boca agua. Este no será el apellido Callebaut,
pero es Chocolates Callebaut. Luego les doy a probar.
Nuestra documentación llega a 1585 donde se localiza a esta familia en Bélgica.

Posteriormente en la primera mitad del siglo XVIII se tiene noticia de los Callebaut en Holanda.

Callebaut era una importante chocolatería que se constituyó como cervecería en 1850, empezando a fabricar chocolates. Posteriormente se unió al grupo suizo Barry Callebaut, que ha abierto una factoría en Monóvar para elaborar pasteles de alta gama con el sello de la firma eldense Totel y cuyo destino son los comercios más exquisitos de Canadá, China, Estados Unidos, Emiratos Árabes y diferentes países de Europa.



Alamino
Es una variante ortográfica del linaje castellano manchego nacido en el municipio de Alaminos, partido judicial de Cifuentes, en la provincia de Guadalajara.

También existía un caserío así llamado en la provincia de Almería, partido judicial de Huercal, en el municipio de Arboledas.

La voz “alamín”, procede del árabe 'amín, de la raiz 'aman’, ser fiel, confiar, alguien de quien nos fiamos y que era el nombre de la persona encargada antiguamente, de reconocer y arreglar los pesos y medidas, especialmente los usados para la venta de géneros comestibles, siendo además quien fijaba los precios de los víveres.
Ahí la tienen de fallera, tan maja. Así es la belleza
de los Alamino.

Una rama de esta familia se instala en Cádiz, en San Martín del Tesorillo, partido judicial, en el municipio de Jimena de la Frontera.

De lo que si hay noticia es de su pronta emigración a Campeche (Méjico), donde se encuentran a finales del siglo XVII.

Al margen de este lugar se les detecta en 1855 en la localidad de Estarca, en el estado de Potosí (Bolivia). Además en 1867 se encuentran en Lima, en el Perú. También emigraron a principios del siglo pasado a Buenos Aires, en Argentina.

Y a Brasil donde han tenido casa en localidades próximas a San Paulo y Río de Janeiro.



Sigamos buscando ideas, aunque ya tenemos limite de tiempo.

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