jueves, 2 de mayo de 2013

Quijano y Cortina.





Utilizo imágenes que aparecen en Internet. Ruego disculpas a sus propietarios (Si alguna de las imágenes infringe o vulnera la privacidad o los derechos de autor, ruego que os pongáis en contacto conmigo para retirarla inmediatamente).



Cuéntalo a tus amigos para que sepan donde pueden encontrar el origen de su apellido. Y aunque creas (o crea) que el que tiene/s solo es el s/tuyo y el de s/tu familia, solicítalo de igual manera en cualquiera de los “comentarios” de este blog. ¡Una aclaración! Los datos aquí expuestos, fidedignos, son una parte de las referencias que tengo y que, entre otras cosas, no les puedo facilitar donde se han obtenido, por formar parte del patrimonio de la librería EyP; siendo ellos los “sabedores” del valor de dicha información y a quienes, o donde,  se puede consultar sobre la misma. Otro dato importante se refiere a que la prodigalidad de apellidos no nos permite entrar en genealogías individuales. Quiere esto decir que “nunca”, “nunca” vamos a acometer el estudio profundo de la familia de un apellido (abuelos, bisabuelos, etc.), para ello hay otros expertos genealogistas colaboradores de la librería. En la librería EyP si se harán precisos árboles genealógicos, escrupulosos escudos, perfectos dosieres  familiares (en imitación de papel pergamino), pero siempre con sus propios datos, o la información proporcionada por nosotros o nuestros colaboradores a partir de sus observaciones. Así y todo, me enorgullezco de saber “algo” de 303.201 apellidos hispanos y de decir aquí una pequeña parte, incluyendo aquellos apellidos considerados “raros” o de difícil localización.




Quijano
Es este un linaje de antiguos y buenos hidalgos de la montaña de Cantabria, originario, sin duda, del lugar del mismo nombre en el valle de Piélagos, encontrándose una de sus más principales casas en el valle de Buelna (Cantabria).
 
Alonso Quijano, el hidalgo de
Don Quijote.
Lo que confirma Francisco Zazo y Rosillo, que a si mismo se intitula “cronista y Rey de Armas de los Señores Reyes Don Phelipe V y don Fernando Sexto, en su manuscrito “Alfabeto General de Apellidos y Armas”, quien escribe: “Quijano... Su Casa en el Valle de Buena en tpo (tiempo) de los Godos, junto a Santillana y en el lugar de Quixano donde tomaron el Apellido”.

Pero no se limitan a este lugar, pues los Quijano tienen otras casas en el lugar de Rumoroso, que también pertenece al Valle de Piélagos, y en los siguientes pueblos del partido judicial de Torrelavega: Molledo, Arenas de Iguña, Somahoz, del ayuntamiento de Los Corrales de Buelna; Villasuso, del ayuntamiento del Valle de Cieza; Cartes, Sovilla, del ayuntamiento de la villa y Valle de San Felices, y Los Corrales de Buelna. Otras casas radicaron en la villa de Comillas, del partido judicial de San Vicente de la Barquera; en el lugar de Secadura, del ayuntamiento de Junta de Voto y partido judicial de Laredo, y en el lugar de Aes, del ayuntamiento de Puenteviesgo y partido judicial de Villacarriedo.

Cantabria es, de esta manera, el lugar desde donde se extienden por la Península y América, estableciéndose en los Países de Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, Méjico, Nicaragua, Perú y Puerto Rico.




Cortina
Servando Gómez Cortina, conde de la Cortina.
Encontramos diferentes opiniones según los investigadores en la adscripción del origen de este linaje. Se debe a que existieron solares de este apellido en dos puntos distintos de la Península, sin que se haya esclarecido cual de ellos fue el primero en el tiempo, ni si tienen entre sí relación de cuna y parentesco.

Según Francisco Lozano, prestigioso tratadista, este linaje tiene su procedencia en Vizcaya, lugar en el que radicó uno de los más antiguos solares de esta ilustre casa, y que posteriormente se propagó por el resto de provincias vascas y por Navarra.

Existe otro casal muy antiguo de los Cortina, en el lugar de Pendueles, del partido judicial de Llanes en el Principado de Asturias.

Una de las ramas asturianas se trasladó a Méjico,



Mana el agua, esperemos que así manen nuestras ideas.

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