¡Que le voy a hacer si estoy embarado de mis apellidos! |
Rocatallada
Es casi obligatorio señalar este apellido como originario de Italia, donde se escribiría Roccatagliata. Sin embargo pensamos que es español, aragonés por más señas, y en Caspe (Zaragoza) se encuentra el despoblado ibérico de Rocatallada.
En el Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza se conserva el proceso de Habilitación de Infanzonia de un Rocatallada. Rafael de Fantoni dice que era de Domingo Rocatallada, de Hecho, aunque no da fecha.
Y este, u otro Domingo Rocatallada, en 1649, en Hecho, hereda parte de los bienes de Gregorio de Miguel.
Castillo de Rocatallada, en Francia. |
Eduardo de Figueroa, conde de Yebes, estaba casado con Carmen Muñoz Rocatallada. Era hijo del conde de Romanotes, famoso político.
Juan de Rocatallada (Marcolès, al sur de Aurillac (Auvernia, Francia) ca. 1300 - Avignon, 1365), es el nombre castellanizado de este curioso personaje, que en su país natal fue conocido con los nombres de Jean de Roquetaillade, Jean de Rupacisa y Jean de Rupescissa, mientras que en Portugal se le llamó Joao de Rocacelsa. Fue visionario, profeta y fraile franciscano.
Hernangómez
No queda más remedio que calificar este apellido como compuesto por la unión (sin guión, como es lo habitual) de dos apellidos.
Dadas las características del mismo es imposible saber cuando se estableció la unión, que sin duda se debe al amor paterno maternal de un delfín de la familia.
La localidad segoviana de Valseca. |
Si podemos aventurar que los Hernangómez son originarios, de alguna localidad segoviana, como Valseca o Turégano, desde donde emigrarían a Valladolid, y más recientemente Madrid.
En Valladolid, la capital puzolana, y Mojados y Valdivieso son lugares donde una rama de esta familia establecen otras de sus casas.
Otro lugar de marcha de estos Hernangómez es Méjico, y Estados Unidos, estableciéndose en este último lugar en Colorado.
Juro que no trabajaré tanto. |
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