Asteinza y Yépez.

Cariño, hoy no te necesitamos, ¿pero que hubiesemos echo sin tu sustituto? Y además tiene teclas.

Asteinza

El contemporáneo genealogista Endika de Mogrobejo Ladrero (Bilbao 1942) afirma en su magna obra sobre los apellidos españoles que tienen un mismo origen los de Asteiza, Arteiza, Asteisa, Arteica, Azteiza, Asteinza, Asteintza, Asteyza, Asteysa, Astaiza, Astiza y Aztaiza, aunque en su "Diccionario de apellidos vascos" había afirmado que el origen común era el de los apellidos Asteiza y Asteinza.

Benito Berrueta Asteinza.

Basándose en las primitivas deducciones da a todos estos apellidos un numeroso número de casas en el Señorío de Vizcaya. En el “Diccionario vasco” solo dice del mismo que tuvo casa en Echano y Durango, y por esta afirmación nos pronunciamos, aunque hemos podido comprobar que esta familia habitó en Arrazúa, Axpe de Busturia, Bermeo, Forua y Lequeitio. En 1597 estaban en Maruri.

Otra emigración interior es a la ciudad de Plencia, en Guipúzcoa.

Asteinza, a. "Katxin", veterano ciclista.

En las llamadas Indias estuvieron en Méjico y Argentina. Y en el norte de América en Hormigueros, en Puerto Rico, además de Nueva York y Los Ángeles.

Otra rama estaba establecida en la ciudad de Liverpool, en Inglaterra.

Según el etimologista López Mendizábal esta voz se traduce como “el encinar”, al ser variante de “arte”, o “aste”, encina, al que se añade el sufijo abundancial –itza, -tza.

Benito Barrueta Asteinza, extraordinario pintor vizcaíno (Bermeo (Vizcaya), 1873 - 1953). Su padre era tallista.

Jacinto Asteinza Basagoiti (Katxin) (Boroa, barrio de Amorebieta-Etxano, 1927-2010) fue notable campeón ciclista de los veteranos, premio que ganó en Austria, además de haber ganado otros siete campeonatos de ciclismo en España.

Waldylei Yépez, una escritora especial en Internet.

Yépez

Según el manuscrito de Diego de Soto Aguilar, "Casas solariegas", conservado en la Real Academia de la Historia, en la colección Salazar y Castro, es originario de la Montaña, y el fundador de este linaje conquistó la ciudad de Yepes, de donde tomó su nombre y allí quedó heredado. Antes de continuar con este estudio debemos decir que son un mismo apellido los de Yeper, Yepes y Yépez, habiéndose trascrito de una forma u otra dependiendo bien de las modas o del lugar de su escritura. Contemporáneamente los diversos tratadistas hispanos lo escriben en la forma que hoy es habitual: Yepes, a pesar de que en España hay familias que también lo terminan con “z”, al igual que en Hispanoamérica.

María Fernanda Yépez, especializada en seriales de tv.

Endrina Yépez, guapa periodista.

Ratifican otros genealogistas que los miembros de esta familia estuvieron en la conquista de la ciudad de este nombre ganándola en buena lid y liberándola de los moros para entregarla a sus legítimos propietarios, los Reyes Católicos, quienes en compensación les otorgaron la potestad de llevar el nombre de Yepes o Yépez como alcuña. También lo confirma el historiador aragonés de principios del siglo XVII, Vicente Lastanosa, en su manuscrito titulado “Heráldica de familias de Aragón, Cataluña y Castilla”, quien escribe: “Son ganadores de Yepes”, en la Mesa de Ocaña, hoy partido judicial de Ocaña, en Toledo, donde los historiadores sitúan la antigua Hipona.

De estos datos, que nos parecen leyenda, no tenemos documentación fidedigna a pesar de haberse escrito en numerosos lugares.

Una rama fundó nueva casa en Cuenca, habiéndolos en Cardenete. Otra se distribuye por Murcia.

Miembros de esta alcuña se establecieron en Colombia y Venezuela, aunque posteriormente se distribuyen por los distintos países.



¡No es un recien nacido! Es un apellido que continúa en un niño.