Dongil

El primer documento disponible sobre este apellido nos remonta a Berbegal, en Huesca, en 1340, cuando D. Pedro el Ceremonioso pide se paguen las deudas contraídas con el mercader García Dongil, vecino del lugar. Esta circunstancia nos hace decir que el apellido es aragonés.

Y sobre todo si, en 1495, Fernando el Católico manda investigar los fuegos del reino de Aragón, con objeto de efectuar una ajustada recogida de las sisas, figurando como morador de Ariza, Martín Dongil, y en la propia capital del reino, Mossén Pascual Dongil.

Estas incidencias nos impiden relacionar el apellido con Asturias, Galicia y otros lugares, donde podía haber nacido como fruto del dominio de un Don Gil, al igual que sucede en el caserío (antigua población) de Don Gil, en el municipio de Torrejón el Rubio, partido judicial de Trujillo, en Cáceres, al que en 1527 se conocía como Dongil.

Juan Dongil y su hija Ana Dongil viven en el último tercio del siglo XVII en Gumiel de Hizan (Burgos).

En el siglo XVIII una rama de los Dongil se localizan en Corpa, en la subcomarca de la Alcarria de Alcalá y comunidad de Alcalá de Henares, y de esta manera Manuel Dongil, nacido en ese municipio ingresa en 1745, en el Colegio Mayor San Antonio de Portaceli, de Sigüenza; Agustín Dongil Pardo-Olmo Sánchez y Martínez de Hueva, también de Corpa, en 1787 y 1790, en el de la Purísima Concepción, y Anastasio Dongil, del mismo lugar, ingresa en 1792, en la Academia de Santa María de Jesús, todos ellos dependientes de la Universidad de Alcalá.

En 1812 Benito Dongil, de Yunquera de Henares, se reúne con todos sus convecinos para elegir a quien les represente por Guadalajara en la Constitución de Cádiz.

Como emigrantes se da razón de los mismos en Cavite (Filipinas) y en Pennsylvania, Illinois y New York, en Estados Unidos.